Después
de trabajar con ecosistemas, visitamos la barda sur y la costa del río para
poder
comparar
estos dos ecosistemas cercanos pero diferentes, y observar las relaciones entre
sus elementos.
Lo primero que hicimos al llegar allá es una
vista panorámica del lugar, para observar en su totalidad el paisaje. Luego para
sensibilizarnos con el lugar cerramos los ojos y sentimos el aire, el olor, la
brisa del viento, y la temperatura, ese día tuvimos una gran neblina que nos
dejaba poca visibilidad, pero al llegar a la barda se despejo y salió un sol
radiante, que nos permitió realizar un gran trabajo de muestreo de vegetales,
animales, restos de seres vivos y
rastros de los mismos .
Realizamos
un muestreo de un área específica de cada ecosistema para ayudar a los alumnos
a redescubrir y revalorar el ecosistema monte y río a través de su riqueza y biodiversidad características.
Posteriormente,
analizaremos estas muestras y con ellas
vamos a armar un herbario real y uno virtual para compartir en la escuela y con
los papás.
También
recogimos muestras de suelo para analizarlos según sus componentes, propiedades y edades geológicas, y
comprender un poco más la historia del lugar y el por qué de estas
características y especies vegetales.
Para
lograrlo necesitamos organizarnos bien previamente, en grupos de estudio y utilizar métodos de observación, recopilación
y organización de datos próximos a los usos del método científico y de esta
manera mirar la realidad con mayor
profundidad..
Fue
una experiencia muy rica ya que no implicó solo la mirada superficial del
paisaje, sino mirar la realidad
con “los anteojos de un científico”.
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